jueves, 28 de agosto de 2008

Ana

Ana, es tan corta la vida,
y son tantas despedidas
llenas de promesas vanas.

Ana, ¿qué será de nosotros
cuando caigamos y otros
ocupen nuestro lugar?

Ana, ¿dónde será la batalla
próxima en que perdamos
la guerra contra la soledad?

Ana, volverás a escuchar
las piedras que contra tu ventana
lanzó la felicidad.

Lanzó la felicidad.

Ana, es tan corta la vida,
quizás me vuelva mentira
y no te conozca mañana.

Ana, cuándo te esconda un abrazo
recuerda entonces el año
en que forjamos la paz.

Ana, quizás me marche y no vuelva,
quizás me muera y no tengas
que maldecirme jamás.

Ana, te veo y me declaro culpable
de desear tu presencia
más que desear la paz.

Ana, ¿qué hago yo con mis canciones,
con el manojo de escarcha,
con mis ganas de matar?

Ana, ¿qué hago yo con las montañas
de papeles que he firmado
jurando morir o amar?

Jurando morir o amar.

Ismael Serrano

domingo, 24 de agosto de 2008

Exipientes

...buscando encontrar una respuesta a los acontecimientos de este año, me paro en esta esquina temporal y miro hacia atrás, veo sucesos, gente, objetos, colores, siento aromas y escucho canciones. Recuerdo cercanía y siento tu lejanía. Observo mi camino reconstituyo el trazo de mi destino, quizás las decisiones, quizás el momento, quizás no pueda expresar lo que yo siento.
trato de expresar con silencio, trato de expresar con indiferencia la pena guardada dentro de mi... me gustaría pensar...si me gustaría pensar...o máExs bien dejar de hacerlo.

pequeñas luces adornan mi camino, luces que no alumbran, luces blancas, rosas y amarillas, luces con las cuales mi mente olvida.

trato de ver lo mal que me siento...la soledad auto impuesta, el frió de mi sombra que no me afecta, el destino que no ha sido cruel conmigo, tu estas bien... yo estoy tranquilo... me guardo la indiferencia y el silencio, expreso con alegría sin pensar en lo que me molesta, porque no hay nada que me moleste.
continuo mi camino encontrando nuevas luces,disfrutando las canciones, no distingo entre objetos ni gente solo veo sus colores, el tiempo pasa, no recuerdo este camino, no encuentro nada, feliz es mi destino...

sábado, 23 de agosto de 2008

Dinero

si lo pienso
todo el tiempo
lo que más quiero es dinero
quiero libros
y los libros cuestan dinero
quiero compactos
y los compactos cuestan dinero
quiero una casa para vivir contigo
y una casa cuesta dinero
quiero un taller para mis esculturas
y un taller cuesta dinero
quiero un impermeable
y un impermeable cuesta dinero
quiero un auto para sacarte a pasear
y un auto cuesta dinero
quiero que vayas a la universidad
y la universidad cuesta dinero
quiero que comas bien
y la comida cuesta dinero
quiero que viajes a tánger
y viajar cuesta dinero
te quiero a ti
y tú quieres dinero.
¿qué más puedo querer
si no es dinero


¡eres una endomorfa!


Claudio Bertoni

viernes, 22 de agosto de 2008

Shalala

Si no hay liebre
a la olla con el gato
con su sofrito y sus cosas buenas
luego pondré velas
cenamos
acto seguido nos amamos
y contamos, una a una,
las estrellas ¡todas ellas!
un, dos, un, dos, tres,
cuatro, cinco, seis,
siete, ocho, nueve y diez...

Que me dices si te digo
tanto tiempo mirando a las moscas
que cuando me miras
con esos ojitos de rana
no sé, uno se acojona.

Y hay más príncipes, princesa,
y peces en el río
pero el río baja tan contaminado
que no es echarle la culpa al pescado
tal vez prefiero carne
o no me mojo o soy de secano.

Hay que tener un corazón
que se te salga del pecho
aunque a veces pareciera
que se te revienta el torax
si te vas
lloraré como una niña tonta
si te vas de verdad
no me dejes por el medio tus cosas
puerta y mucha mierda.

Tizas de colores,
zapatos nuevos
agüita de mayo
¿dónde coño puse el chubasquero?
Tizas de colores
zapatos nuevos
no me gasto ni un duro en suelas
desde que ando a dos palmos del suelo
y tarareo
shalala, lalalalala, lalala.

La Cabra Mecánica

EL ALMA DEL VINO

Cantó una noche el alma del vino en las botellas:
«¡Hombre, elevo hacia ti, caro desesperado,
Desde mi vítrea cárcel y mis lacres bermejos,
Un cántico fraterno y colmado de luz!»

Sé cómo es necesario, en la ardiente colina,
Penar y sudar bajo un sol abrasador,
Para engendrar mi vida y para darme el alma;
Mas no seré contigo ingrato o criminal.

Disfruto de un placer inmenso cuando caigo
En la boca del hombre al que agota el trabajo,
y su cálido pecho es dulce sepultura
Que me complace más que mis frescas bodegas.

¿Escuchas resonar los cantos del domingo
y gorjear la esperanza de mi jadeante seno?
De codos en la mesa y con desnudos brazos
Cantarás mis loores y feliz te hallarás;

Encenderé los ojos de tu mujer dichosa;
Devolveré a tu hijo su fuerza y sus colores,
Siendo para ese frágil atleta de la vida,
El aceite que pule del luchador los músculos.

Y he de caer en ti, vegetal ambrosía,
Raro grano que arroja el sembrador eterno,
Porque de nuestro amor nazca la poesía
Que hacia Dios se alzará como una rara flor!»

Charles Baudelaire

jueves, 21 de agosto de 2008

Cristal


ahora el mundo estará más tranquilo ?
no sé, quizás... pero por lo menos estoy más sereno que antes.
debido a qué? a una máscara? a qué maduré? o kizás volé.-
la verdad...
ahora soy incapaz de pensar en placer, el dolor, en tu piel.
yo pensé...en ser...el perfecto ser...
y no me importó en ese momento seguir volando...
mientras todo pasa, el tiempo me seguía atormentando,
y ahora mis malditos nervios me están traicionando... que lindo no?
mientras me acosaban mis pensamientos en mis sueños pensé,
no hay esperanza en este mundo? o sólo eso es una falsa ilusion?
sabes... aun espero esa respuesta...
y ahora no estoy en mi sueño...estoy en mi pesadilla, donde más la necesito.
ansiosamente te pregunto todas las noches que sientes para dormir tranquilo...
mientras tu ke sientes? te apoyo, soy un incompetente,
revelandote la realidad, una máscara de espejos para reemplazar esta realidad...
mientras la noche cae... creo que yo caeré con ella.-

13/06/06
La ciudad

D
ices «Iré a otra tierra, hacia otro mar
y una ciudad mejor con certeza hallaré.
Pues cada esfuerzo mío
está aquí condenado,
y muere mi corazón
lo mismo que mis pensamientos
en esta desolada languidez.
Donde vuelvo mis ojos sólo veo
las oscuras ruinas de mi vida
y los muchos años que aquí pasé o destruí».

No hallarás otra tierra ni otra mar.
La ciudad irá en ti siempre. Volverás
a las mismas calles.
Y en los mismos suburbios
llegará tu vejez;
en la misma casa encanecerás.
Pues la ciudad
siempre es la misma. Otra no busques
-no hay-,
ni caminos ni barco para ti. La vida que aquí perdiste
la has destruido en toda la tierra

Kontastino Kavafis
sin contexto, sin pensar, sin trasfondo, sin presión, sin trabajo, sin imagen, sin nadie mirando, sin color, sin cursivas, sin citas, sin estudio, sin negritas, sin mayúsculas, sin logros, sin esperanzas, sin marco teórico, sin diseño, sin método, sin plata, sin cigarros, sin fuego, sin moverme, sin ver, sin sentir, sin estar, sin importancia, sin descansar, sin pensar en tí, sin verte, sin sentirte, sin leer, sin ver la pantalla, sin verte, sin calor, sin pecado, sin padre, sin madre, sin hijos, sin hermanos, sin tí, sin zapatos, sin agua, sin amigos, sin pensar, sin leer, sin tiempo, sin sol,sin luna,sin estrellas, sin aire, sin tonos, sin cigarros, sin colores, sin entender, sin explicar, sin manos, sin piel, sin vergüenza, sin el control a la mano, sin control, sin miedo, sin hablar, sin repetir, sin equivocarse, sin verme, sin afeitarme, sin esperar nada, sin ti, sin verte, sin nacionalidad, sin madre, sin todo, sin gracia, sin esperar, sin adelantarse, sin correr, sin tí, sin sentimientos, sin remordimietos, sin canción, sin poesía, sin farmacos, sin placebos, sin fuerza, sin brillo, sin buscar, sin encontrar, sin saber, sin estar, sin risa, sin llanto, sin ver como nos alejamos tanto, sin entender, sin nada...

Cazador Cazado


Allí se encontraba él, pensando que ella le pertenecía; tendidos en frágiles láminas heladas, sudarios de acero, que cambiaban su temperatura directamente con sus cuerpos.

Él la miraba con sus ojos de halcón y ella se escabullía por la cama con los movimientos naturales de una serpiente, él sabía lo que quería y ella sabía que debía hacer para que él siguiese creyendo saber lo que quería.

Él agitaba sus monumentales alas para acercarse más y más, ella se arrastraba dejándolo aproximarse, para luego escabullirse en un interminable ciclo de persecución.

Ambos cierran sus ojos, por el breve instante en que están; él se sabía dueño de lo que pasaría... la tomaría entre sus garras, la convertiría en su presa y se sentía seguro, quizá por aquello no vuelve a abrir sus ojos, confiado de todo, confiado de nada.

Sin pensárselo otra vez, decide lanzarse en picada, mas el principio de incertidumbre se hizo presente y todavía no lo tengo muy claro, pero tal vez por el viento o más bien por el veneno de ella, él se vio en el suelo, con sus alas pegadas a la cama y ella arriba, ascendiendo al cielo como lo hizo antaño una mujer, en movimientos exactos, sutiles y por fin, él comprendió que ella no era de nadie y así, así, nació el amor.

Redolés 3 AM


Alguna mañana de estas me despierto y te juro que no quedará nada. Cuando esta mañana llegue tendré que hacerme un pan tostado, porque la nada me da hambre. Prenderé un cigarrillo y lo apagaré de inmediato y diré blasfemias contra yo, porque no puedo esperarla sin uno. En todo caso, cuando pase ya no estaré acá, volveré al útero mater y seré pez o en el mejor de los casos nutria y hablaré en todos los idiomas.